Voces de la Resistencia
Desde 2011, las comunidades xinka y campesinas del sureste de Guatemala se han organizado para oponerse pacíficamente a la mina de plata Escobal que fue impuesta sin su consentimiento. Su potente acción directa, junto a una orden de la máxima corte de Guatemala, ha logrado la suspensión de las operaciones desde mediados de 2017.
En enero de 2019, Pan American Silver adquirió el proyecto, y con él, un legado de represión y discriminación. Sin embargo, las comunidades continúan organizándose para resguardar de la minería a sus tierras de cultivo, fuentes de agua, culturas y vidas.
«No estamos en contra del desarrollo. Aquí hemos vivido como pueblos durante generaciones con nuestro propio tipo de desarrollo. La compañía está llegando para destruir las actividades económicas que han sostenido a nuestras familias durante décadas».
«¿Realmente importa si la comunidad obtiene el 40, 50, 60% de las regalías de la mina, si al final del día, sus medios de subsistencia, su agua y su medio ambiente han sido destruidos? Sabemos que la minería responsable es un mito, y que lo que determina los resultados son las ganancias. Por eso decimos que no a la minería, bajo ninguna condición «.
«Tenemos café de alta calidad y de eso nos ganamos una vida humilde. Imagine lo que sucedería si la mina se reiniciará — se terminaría con nuestra agua y nuestras vidas.»